En forma de papa frita, con alto contenido de grasas malas, la papa es uno de los ingredientes principales de la comida chatarra. El efecto que se explicó antes sobre el aumento del azúcar en sangre al comer papa, genera una sensación de hambre, lo que puede provocar comer más. El riesgo es más sobrepeso y obesidad.
Otro estudio de Harvard que analizó la dieta de 120.000 hombres y mujeres durante 20 años, comprobó que aquéllos que comían más papas fritas, papas asadas, o en forma de puré (mashed potatoes) ganaron hasta 3,4 libras de peso extra cada cuatro años. Otro trabajo de la universidad la vincula a lecturas más altas de la presión arterial.